“Tu talento determina lo que puedes hacer, tu motivación determina cuánto estas dispuesto a hacer y tu actitud determina qué tan bien lo haces” – Lou Holtz No es un secreto que el talento humano es el recurso por excelencia para que un negocio prospere y progrese. El talento humano es sencillamente el aporte que tú como trabajador le haces al negocio con tu labor, es decir, que de acuerdo a tus capacidades y habilidades (las cuales te identifican y te dan valor), así será tu aporte frente a las situaciones laborales que se te presenten. En este sentido, si tú eres una persona talentosa en lo que haces, por ende, tu desempeño será satisfactorio y tus resultados tendrán gran impacto, pero, por el contrario, si no tienes talento para desarrollar una tarea o trabajo específico, tú aporte no será significativo. Lógicamente, hay excepciones, puesto que hay personas que, aunque no poseen un talento para algo, logran culminar su tarea o labor de la mejor manera posible y consiguen el objetivo. Hay un adagio popular que dice “Uno no cobra por lo que hace, sino por lo que sabe” y te estarás preguntando por qué te digo esto. Pues resulta que la gran mayoría de las personas obtiene un salario con el cual no se sienten a gusto; y es que, este salario es asignado por sus empleadores, los cuales tienen criterios específicos para establecerlos, pero muy pocos tienen en cuenta el talento, los conocimientos y las capacidades de la persona que obtendrá ese salario. Por consiguiente, se puede afirmar que existe una desigualdad entre el talento y el dinero (en este caso el salario de la persona). Puesto que no solo se trata de recibir una remuneración económica. Pues si bien, tampoco se puede pretender que los empleadores complazcan a todo y cada uno de los empleados dándoles el salario que cada quien pida. Entonces, en estos casos lo que se puede hacer es ser humanitario con el personal de trabajo y brindarles otro tipo de compensaciones. Tipos de compensaciones Incentivos Estos son aquellas bonificaciones que puedes recibir, basados en un programa de recompensas establecido por el empleador. Pueden ser bonificaciones económicas y/o materiales. Beneficios Estos son todos aquellos servicios que puedes llegar a recibir por parte del empleador, también basados en programas establecidos previamente por él. Tanto los incentivos como los beneficios son compensaciones que recibes luego de haber cumplido ciertos objetivos y metas establecidas por tu supervisor o jefe inmediato. Por otro lado, si tú no tienes una gran empresa y por el contrario eres un emprendedor o perteneces a un equipo de trabajo en el cual se está emprendiendo un proyecto, todo lo que se ha descrito en el presente artículo, también aplica para estos casos. Incluso en estos, es mucho más manejable este aspecto, puesto que no existen tantas formalidades o protocolos a seguir. Sin embargo, se debe tener presente que en un emprendimiento los recursos económicos no son abundantes, por lo tanto, por parte de los empleadores no se debe abusar de sus trabajadores con la justificación de la falta de recursos, y por parte de los empleados no deben ser demasiado exigentes con sus empleadores con la justificación de que ese es su valor. Pues si bien, aunque el talento que poseas te da tu valor, tú comienzas a ser parte de un emprendimiento si así lo decides, nadie te obligará a trabajar en ello, y si tú lo aceptas, asumes lo que esto conlleve.