“Yo soy lo que soy: un individuo único y diferente” Charles Chaplin Debes admitir que en algún momento de tu vida has llegado a compararte con alguien, independientemente si es para bien o para mal. Este comportamiento se explica porque seguramente te interesas por las opiniones, habilidades e información que te pueda brindar una persona con inclinaciones similares a las tuyas. Sin embargo, debes ser muy cauteloso para no cruzar la delgada línea que existe entre la imitación y el hecho de comparte para mejorar. Esta última, en muchas ocasiones suele ser obsesiva. Es decir, te concentras tanto en la forma como la otra persona hace las cosas, que se te olvida tu sello personal, y tiende a transformarse en imitación, pero todo por querer hacer las cosas lo mejor posible, cayendo en la tendencia del perfeccionismo. Consecuencias Al momento de compararte con alguien te puedes encontrar con dos matices:

• Por un lado, si te comparas con alguien que está “mejor” que tú, los resultados no serán muy positivos, porque vas a querer hacer las cosas “tan bien” o “mejor” que esa persona. Y por lo general es algo que no se consigue fácilmente, porque se deben pasar etapas y se deben aprender muchas cosas en el proceso. Por lo tanto, terminarás llenándote de frustración.
• Por otro lado, si te comparas con una persona que esté “por debajo” tuyo, los resultados tienden a ser menos negativos, porque te vas a sentir mejor al ver que eres “superior” a esa persona. Pero esto puede ser engañoso, porque entonces puedes tornarte conformista y harías pocas por mejorar.

  El hecho de fijarse en alguien que hace contenido similar al tuyo no está mal. Lo malo es darle un mal uso a la información que obtienes. Lo que debes hacer es tomar dicha información para inspirarte, llenarte de ideas, guiarte, pero siempre con tu sello personal y con la originalidad que te caracteriza. Consejos  Equilibrio La tendencia al perfeccionismo y a compararte con personas semejantes a ti, es un rasgo que obedece a comportamientos que tienen su origen en la personalidad y la autoestima. Por lo tanto, para mejorar esto, es fundamental que encuentres un equilibrio entre tus aspectos positivos y los negativos. Es decir, mejorar con los aspectos negativos y con los aspectos positivos, mantenerlos, reforzarlos e innovarlos. Tolerar la frustración También es muy importante que sepas manejar la frustración. Puesto que, como todo proceso, se tienen altos y bajos, éxitos y fracasos; y, es en los malos momentos en los cuales debes mantener la mejor actitud, para sacarle provecho a estas y generar un aprendizaje valioso. Todo no se puede controlar Por último, pero no menos importante, debes ser consciente de que no puedes controlar todo. En la vida nada es perfecto, y en la mayoría de los casos vas a experimentar contratiempos, imprevistos, errores, entre otros. Y, en lugar de entristecerte o desanimarte, aprende de cada uno de ellos y sácale provecho, para que día a día mejores y obtengas mejores resultados.