-Anónimo-

¿Qué es una crisis?

Es muy frecuente que asocies la palabra crisis con dificultades, riesgos, peligros, entre otros aspectos negativos. Pero finalmente, no resulta siendo de esta manera. Porque una crisis lo que representa es un cambio, que por lo general es tan determinante que te generará cargas emocionales significativas (tanto positivas como negativas).

En palabras más estructuradas, una crisis es un estado en el cual hay una interrupción repentina de tu realidad, causada por un evento adverso e inesperado. También, se puede llamar crisis, a aquellas respuestas que emites en una situación de cambio. Si la situación que se presenta es negativa, lógicamente tu respuesta no será la mejor; sin embargo, la invitación seguirá siendo que le saques el mayor provecho a este tipo de circunstancias y que generes un aprendizaje a partir de esta.

¿Estoy en crisis?

Ahora que tienes claro el concepto de crisis, es preciso que te preguntes ¿Sientes que tu talento y/o autodesarrollo están en crisis? Para lograr responder esta pregunta es necesario que te autoevalúes. Es decir, vas a analizar tus competencias, capacidades y habilidades para identificar falencias, para detectar las oportunidades de mejora y de cambio que debes emprender. Esto es algo que es necesario que hagas periódicamente, para mantener la calidad de tus conocimientos.

Pero cabe aclarar dos aspectos muy importantes al momento de pensar en tu desarrollo personal. Estos son:

En primer lugar, es fundamental que tengas claro que el talento no presenta crisis. Es decir, que por más difícil que sea la situación que estés pasando (una crisis), tu talento permanece intacto en ti, y vas a poder ejecutarlo como siempre lo has hecho, e incluso, mejor. Esto porque, tus capacidades no las define ninguna situación, sino que por el contrario, eres tú el único responsable de ponerlas en práctica.
Lo que probablemente logre afectar tu desempeño, es la inspiración y/o motivación. Porque si bien es cierto, cuando te encuentras pasando por un mal momento, el rendimiento no es igual.
Y en segundo lugar, también es sumamente importante que sepas que el autodesarrollo, tampoco presenta crisis. Con esto lo que te quiero decir es que, cuando tú decides realizar acciones de mejora en pro de tu desarrollo personal, son acciones que, algunas no tienen marcha atrás, y otras, por más que desistas del plan que habías hecho, son acciones que de una u otra forma ya ejecutaste y no puedes devolver el tiempo para no hacerlas. Por lo tanto, hiciste algo positivo por tu desarrollo personal.

Finalmente, debes tener en cuenta que por más crisis que estés presentando en el momento, tu autodesarrollo no se tiene por qué ver envuelto en consecuencias negativas a causa de esta. Por el contrario, así como te lo he mencionado a lo largo de esta formación, debes de sacarle el máximo provecho a cada aspecto negativo que encuentres en tu vida (tanto personal como laboral), porque si te fijas en dichos aspectos, encontrarás muchas oportunidades de mejora, puesto que, estarás modificando lo desfavorable.

• Fase 1

  En esta primera fase te vas a preparar para enfrentarte a los cambios que vas a empezar a generar en tu vida. En este punto, inicialmente, es importante que te encentres contigo mismo para que entiendas lo que necesitas realmente. Aquí vas a dejar todos tus miedos y temores hacia el fracaso, hacia el cambio y hacia lo desconocido, porque esto es lo que más te puede obstaculizar tu proceso. Esta fase de preparación no tiene un tiempo específico. La duración de esta dependerá exclusivamente de ti. Y ¡No te preocupes! Tómate el tiempo que sea necesario, no te presiones, ni te apresures. Porque si saltas este paso o lo desarrollas de la manera incorrecta, el resultado no será tan satisfactorio y quizás sientas de que no te sirvió para nada. En esta fase harás las actividades de introspección, o sea que vas a revisar tus pensamientos y sentimientos y vas a reflexionar sobre ellos; qué necesitas cambiar radicalmente, qué necesita mejoría y qué necesita de reforzamiento. Esto lo puedes hacer con un acompañamiento especial o solo. Y si sientes que solo no lograste el resultado que esperabas, puedes pedir ayuda (a un coach o terapeuta). Esa introspección traerá consigo grandes cambios que van desde pensamientos hasta modificación de hábitos y comportamientos; así que mi recomendación es que te dispongas tu mente y cuerpo para asumir este reto.

• Fase 2

Una vez superada la fase anterior, siguen las acciones teórico-prácticas para conseguir tu autodesarrollo. Aquí inicialmente identificarás tus necesidades y deseos. O sea, te vas a preguntar ¿Qué necesitas hacer para estar donde quieres estar en “x” tiempo? Y con base a esto construirás tu plan de acción. Te voy a presentar un ejemplo, basado en un caso real, para que tengas idea de cómo ajustarlo a ti mismo: Ana es una joven de 23 años que está recién graduada de la carrera de Contaduría Pública. Tiene muchos temores sobre lo que le depara el futuro y siente mucha inseguridad de sus capacidades. En la fase 1, Ana debe trabajar sus temores e inseguridad. En este punto, además de afrontar sus aspectos negativos, Ana descubrió que tiene habilidades para la enseñanza. En la fase 2, Ana decide enfocar su plan de acción hacia las siguientes actividades:

• Fortalecer sus conocimientos teóricos realizando estudios en distintas áreas de su interés. Realiza cursos cortos constantemente y postgrados para especializarse en su área. Todo esto le permitirá tener mejores oportunidades a la hora de encontrar un trabajo estable.
• Estudiar idiomas. Ana se ha dado cuenta de que las personas que hablan distintos idiomas, tienen menos competencia y se les presentan mejores oportunidades. Por esto decide estudiar el inglés como lengua universal inicialmente y posteriormente decide estudiar italiano, puesto que aspira a establecerse en Italia.
• Finalmente, Ana decide aprovechar su talento para la enseñanza y lo potencializa, recibiendo formación en pedagogía. Luego inicia dando clases particulares a estudiantes de todas las edades. Posteriormente ingresa a una universidad a dictar clases en su área. Y por último, decidió que se siente mejor enseñando desde la comodidad de su hogar por medio de las redes sociales, y así su alcance es mayor, lo cual la llena de satisfacción.

Esta es la historia de Ana. Y no consiguió esto en cuestión de días o meses. Le costó años, muchos años alcanzar una estabilidad en su vida. Pero decidió superarse y mantenerse a la vanguardia de las exigencias del mundo laboral, y poco a poco conseguía cada meta que se había propuesto. Así que la invitación es que ahora lo hagas tú. NOTA: Este proceso no te va a asegurar una vida plena o tranquila y tampoco te llevará a una autorrealización completa. Puesto que hay que mantenerse en constante cambio y reinventándose con cierta regularidad de tiempo. Así que por el hecho de que hagas esto por primera vez, no será suficiente.  

• Hay personas que toman estas experiencias con una actitud positiva. Viendo en estas situaciones oportunidades. Intentando sacarle el mayor provecho, generar cambios que impacten y sobre todo obtener conocimientos para sí mismos.
• Por el contrario, hay quienes este tipo de situaciones les ocasionan incertidumbre, angustia, inseguridad, ansiedad, temor a lo desconocido, temor al fracaso, etc.

  ¿Con cuál de estos tipos de personas te identificas? Mi invitación es a que hagas la prueba e intentes mirar las situaciones y tomar decisiones desde una perspectiva diferente a la que estás acostumbrado. Y veras que si abres tu mente encontraras distintas salidas a las crisis, y por ende obtendrás muchos aprendizajes.  

• Cuando estas en una situación, época o etapa especifica de tu vida, y te sientes en un callejón sin salida. Es decir, no sabes cómo avanzar.
• Si quieres cambiar algún aspecto en tu vida y sientes que solo no has podido, no está de más asesorarte y pedir ayuda.
• Cuando tienes dilemas, complejos y represiones en tu interior y quieres superar.

Positivos

• Cuando estas en un proceso de descubrimiento de tu ser y quieres encontrar nuevas habilidades en ti.
• Si quieres potenciar los resultados en tu vida laboral, esta también es una buena opción.
• Si deseas fortalecer alguna capacidad adquirida o innata, un coach puede llegar a convertirse en tu mejor aliado.
• Si te encuentras en algún proceso de cambio o mejora, y vas bien haciéndolo solo, pero te gustaría llevarlo a acabo en menos tiempo, podrías consultar a un coach.

Te podemos decir, que básicamente estos son los principales indicadores que te permitirán entender que necesitas a un coach. Pero cabe resaltar y aclarar que no necesariamente debe haber algo mal en tu vida o en tu trabajo. Tú puedes contactar un coach sencillamente porque quieres mejorar, afianzar o equilibrar algún aspecto en tu vida. Finalmente, es bueno que tengas en cuenta que un Coach no reemplaza el tipo de ayuda que te puede brindar un profesional como el psicólogo o el psiquiatra. A menos que, el coach, además de los respectivos cursos de Coaching, posea la titulación profesional en esas áreas. Porque hay situaciones y problemas que se puede tratar con un coach, pero otros que necesitan de una atención más especializada, y un tratamiento mucho más estructurado.  

1. Inicialmente, lo que debes hacer es reconocerte a ti mismo. Debes buscar un espacio que te genere tranquilidad, y lo más importante, que no te interrumpan. En este paso vas a conectarte contigo por medio del método que prefieras (meditación, reflexión, introspección, yoga, pintar, etc.).
2. Una vez sientas que has logrado el objetivo del primer paso, identificarás tus fortalezas y debilidades como persona y como profesional. Y, también tus intereses. Para mayor eficacia, anótalas.
3. Ahora, vas a crear una estrategia que te permita potenciar las fortalezas que tienes.
4. Luego, con las debilidades que encontraste vas a crear tu plan de intervención para mejorar estos aspectos.
5. Finalmente, vas a ponerte como meta adquirir una nueva habilidad, basado en tus intereses.

• Te brindará mayor seguridad al momento de expresarte, lo cual se verá reflejado en el aumento de tu credibilidad e imagen frente al público.
• Aunque no lo creas, te ayudará a aumentar rasgos de tu autoestima, porque al momento que notes resultados favorables, empezarás a verte y valorarte de una mejor manera.
• En el campo laboral, se te pueden presentar oportunidades.
• También podrás sentirte más seguro y participativo en diferentes situaciones (eventos sociales y familiares); además que sentirás que tus opiniones valen mucho.

Desventajas Hablar bien en público no representa ninguna desventaja. Por el contrario, hablar mal, si puede traer consigo desventajas, y estas son:

• La más grave de ellas es que alejarás a tu público. Si tu expresión oral y lenguaje corporal no son los indicados, comenzarás a tener problemas para captar una audiencia, y por ende te será más difícil crecer y progresar.
• Otro factor que se puede ver afectado es la credibilidad que generes para tu audiencia. Ya esto se centra más en la seguridad que reflejes al momento de hablar, y de lo certero de tus argumentos.
• Por otro lado, al tener en cuenta factores como el tipo de información que brindas, el uso del tono de tu voz, el dinamismo y la innovación que uses al momento de realizar la presentación, serán determinantes para que logres enganchar a tu audiencia. Porque si no logras integrar bien estos elementos, lo más probable es que las personas se aburran, no logren entender la información, entre otros aspectos. Y en lugar de atraerlos, los alejarás.

Luego de mirar todos los aspectos mencionados anteriormente, y el impacto tanto positivo como negativo que pueden tener, es necesario que te sientes a mirar a ver en que estas fallando, en que puedes mejorar, y crear estrategias que te acerquen cada vez más a lo que quieres ser.

• Por un lado, si te comparas con alguien que está “mejor” que tú, los resultados no serán muy positivos, porque vas a querer hacer las cosas “tan bien” o “mejor” que esa persona. Y por lo general es algo que no se consigue fácilmente, porque se deben pasar etapas y se deben aprender muchas cosas en el proceso. Por lo tanto, terminarás llenándote de frustración.
• Por otro lado, si te comparas con una persona que esté “por debajo” tuyo, los resultados tienden a ser menos negativos, porque te vas a sentir mejor al ver que eres “superior” a esa persona. Pero esto puede ser engañoso, porque entonces puedes tornarte conformista y harías pocas por mejorar.

  El hecho de fijarse en alguien que hace contenido similar al tuyo no está mal. Lo malo es darle un mal uso a la información que obtienes. Lo que debes hacer es tomar dicha información para inspirarte, llenarte de ideas, guiarte, pero siempre con tu sello personal y con la originalidad que te caracteriza. Consejos  Equilibrio La tendencia al perfeccionismo y a compararte con personas semejantes a ti, es un rasgo que obedece a comportamientos que tienen su origen en la personalidad y la autoestima. Por lo tanto, para mejorar esto, es fundamental que encuentres un equilibrio entre tus aspectos positivos y los negativos. Es decir, mejorar con los aspectos negativos y con los aspectos positivos, mantenerlos, reforzarlos e innovarlos. Tolerar la frustración También es muy importante que sepas manejar la frustración. Puesto que, como todo proceso, se tienen altos y bajos, éxitos y fracasos; y, es en los malos momentos en los cuales debes mantener la mejor actitud, para sacarle provecho a estas y generar un aprendizaje valioso. Todo no se puede controlar Por último, pero no menos importante, debes ser consciente de que no puedes controlar todo. En la vida nada es perfecto, y en la mayoría de los casos vas a experimentar contratiempos, imprevistos, errores, entre otros. Y, en lugar de entristecerte o desanimarte, aprende de cada uno de ellos y sácale provecho, para que día a día mejores y obtengas mejores resultados.

• Identificar: Inicialmente debes analizarte para encontrar aquellas situaciones en las que sientes que te hace falta confianza, en las que te sientes inseguro y/o con temor. Luego que las tengas identificadas, harás una lista con ellas.
• Describir: Al terminar la lista anteriormente mencionada, procederás a mencionar lo que sientes en esa situación. Es decir, vas a escribir sobre la emoción que tiene mayor presencia en cada situación. En este punto las que más predominan son la ansiedad, el temor y la vergüenza. Y, además escribirás cuál fue tu comportamiento frente a la situación en general: ¿Cómo la afrontaste? ¿Qué te hizo sentir mejor? ¿Tuviste reacciones físicas? ¿Cuáles? ¿Qué sentiste cuando te calmaste?
• Examinar: Después de tener claro todos los aspectos que has desarrollado hasta aquí, es momento de que identifiques bajo que condición te encontrabas en la situación. Es decir, algún requerimiento de la situación que te genere malestar.
• Diferenciar: En este punto, deberás hallar características en común y características diferenciales entre todas las situaciones. Puedes guiarte por aspectos como: la duración y la intensidad del sentimiento, el lugar de ocurrencia, la hora en que sucede, las personas que se encontraban contigo, entre otros aspectos.
• Reflexionar: Finalmente, ahora que estas calmado, podrás analizar detenidamente todas las situaciones que te conllevan a no tener confianza en ti mismo y de esta manera encontrar la estrategia correcta para superar esta dificultad.

Es importante que tengas confianza en tus conocimientos y habilidades, pues de esta manera proyectarás seguridad y te irá bien. Por esto, mantente en constante proceso de mejora y todo lo que puedas hacer para mantener un equilibrio en ti, ¡Hazlo! ¡Ánimo! Esto hace parte del proceso, y procura que cada acto del hoy, te lleve a dónde quieres estar mañana.

• Con las manifestaciones mentales nos referimos a todos aquellos pensamientos negativos que se cruzan en tu imaginación momentos antes de iniciar una presentación, durante esta, e inclusive, al finalizarla. Estas manifestaciones suelen ser las más predominantes frente al temor de hablar en público.
• Ahora, hablamos de manifestaciones comportamentales, cuando nos referimos a todas las acciones que adoptas cuando estás en medio de una presentación, es decir, si te acomodas en un solo lugar del espacio o también si te dedicas a leer la presentación, más que a dirigirte al público.
• Finalmente, las manifestaciones físicas son todas aquellas que se generan por medio de tu cuerpo. Como, por ejemplo, si te sudan las manos, si se te seca la boca, e incluso, hay casos en los que puedes sentir que te tiembla el cuerpo.